Aunque se conocen versiones anteriores al Corset, oficialmente nació en París en 1830. En principio fue utilizado por hombres, como faja. Posteriormente lo adquirieron las mujeres como una prenda más, que revolucionaría el mercado, gracias a una gran demanda. El corset jamás entendió de clases sociales, hasta la llegada del sujetador de la mano de Paul Poiret. Con el paso del tiempo el corset ha sufrido muchos cambios y variaciones, durante años fue utilizado por mujeres como prenda de ropa interior para seducir, pronunciar sus curvas y afinar su cintura.
Tras un leve intento a principios de los noventa de la mano de Gaultier para la popular gira “Who’s that girl” de Madonna y a principios del dos mil, parece que al fin a principios de esta segunda década vuelve a resurgir el corset en el mundo de la moda, pero… será para quedarse… o volverá desaparecer sin el más mínimo interés. 
En este resurgir han ayudado personajes como Dita Von Teese o firmas como Diesel, Dolce & Gabbana o Bottega Veneta que lo han incluido en sus últimas colecciones.
Podemos ver su uso por parte de estilistas que trabajan en televisión para presentadoras y colaboradoras. Imposible olvidar el gran revuelo generado por el escote provocado por el corset de Anna Simón (presentadora de Cuatro) o el modelo escogido por una estudiante de moda para Mercedes Milá, en la primera gala del reality que presenta.
Esta vez no podremos resistirnos a enseñar nuestra parte mas íntima ya que con diseños como los de la elegante, delicada y a la vez fuerte Maya Hansen, será imposible resistirse a tener uno en nuestro fondo de armario, buscando cualquier ocasión para marcar cintura y promocionar busto.
Aunque son muy pocas las personas que visten elegantemente un buen corset.
Noelia Arenas
